Vino tinto
Doña
Sara con sus intrigas
sus
deleites solitarios
y su
hija, qué pena no acordarme de su nombre,
qué
dolor no poder describir sus dientes.
Paci intranci mundi,
decía
Ángel Zúñiga,
pintor,
escultor, largo como flauta,
casado
con Valeca, mamá de Joaquín,
atleta
de juegos panamericanos,
fornicador
de atletas de duras nalgas,
baldado
en un accidente,
matado
por el alcohol.
¡Basta!
Gira
Cabeza
dura,
mirada
con abarrotes
necesidad
imperiosa de decir baboso,
poca
cosa.
Todo
esto por durar
dejando
inconcluso
el
momento en que era necesario
ver
de noche a las doce del día.
Descontinuando
será el objeto preciado
por
el tiempo.
Once
Sácalo.
Ponle
las manos en la puerta,
píntalo
de amarillo como los girasoles.
Era
un símbolo cuando desayunaba contigo,
cuando
te abría la reja para que metieras el coche.
Por
ti soportó humillaciones
y estaba
dispuesto a seguir arrastrándose.
Pero
la manera en que entró a tu casa
no
fue un golpe bajo
o a
la presentación de un libro.
Entregado
Parece
que julio
fue
el mes de las máscaras.
Nos
dimos de topes
Con
nombres famosos,
pequeño
este mundo
En
verdad se hizo.
me
voy, le dijo a su amiga
Y era
cierto lo que decía.
Curioso
momento
con
horario de ocho.
Pausa
Una
estrella
es
un problema muy grande
es
inalcanzable,
no
se siente,
uno
no sabe
cuando
hace el papel de estrella.
Si
la vida es normal
para
que tanto pataleo.
Historia del tiempo
Ya
ésta es otra casa,
es
otro brazo
del
lado izquierdo,
la
noche,
la
misma noche
en
que no se puede dormir,
es
bajo el cielo y llueve,
la
lluvia gotea y hace ruido.
Son
las 12:05
Salvador
Alcocer, poeta queretano (1930 – 2013). Escribió los libros: Árbol de fuego, La casa de otro, Ciudad
Central, Ilsa y la mariposa,
entre otros.