Mitosis
Sin matriz
recupero
la forma exacta
de todos los órganos
que me vieron crecer
tras la chaqueta
los turistas esconden
pérfidos regalos
de forma metálica
se dividen así
más que saciados de
entrantes
tan sólo gestos
despues de eso
en bucle, micropartículas
de polímeros
y uranio
empobrecido
manchar la porcelana
el factor mutante
al refugio -de repente- de
repuesto
en cada ventana iluminada
escuchar al hermano mayor
radiante
educación para la
ciudadanía
por cada ventana sin luz
un hambre atroz que liba
apenas sin saliva, los
restos
que las farolas van dejando
atrás
escudos humanos de
incógnito
en la cola del súper
barajar víctimas, bajas,
confesiones exprés
rapto de nutrientes liposolubles
y tejidos adiposos
tras la facción rebelde
sin causa
la gota que cae de la barbilla
y se suma a la escarcha,
ya no es, ni será mas
partre del cuerpo
nunca más la corona
tan solo fotosíntesis
de asfalto y noche púrpura
estrellada
de vapores, su consumo
preferente
la bienvenida.
Introducción al desenlace
mamá siempre sueña con
pesadillas
recuerdas que siempre ha
sido así
dentro de la lavadora
agentes de narcóticos
sin esfuerzo de incógnito,
fariseos
comida para llevar,
una especie de herencia,
neuróticos
como muertos de hambre
dentro del horno
un carné de conducir
caducado
semen reseco y restos de
vómito
apagas la alarma e intentas
dormir
ocultarte de restos de
kryptonita
la cama que te parió
y aquel ruido blanco
del electrodoméstico
abandonado
dos años atrás
en el parking del Ikea, un
lunes,
la despedida
Nana y herencia
siete años despues de la
farsa
surgieron unas
protuberancias en el expediente
según le mostró el boxeador
al conductor del taxi
dentro de su maletín;
según salía por la puerta
todo parecía correcto
y según salía, el taxista
cayó en la cuenta
en boxeador había perdido
un par de monedas
en el ajado asiento
trasero
de algún bar, entre gritos
ahora en la
habitación quieta
sin saber que decir, sin
poder articular la mandíbula
plantado, bajo la cúpula
central
no consigo responder, ni el
más mínimo ruido
ahí, con cagalera en mitad de la partida
ahí donde todos se plantan
pero tu juegas, perdiendo
restos de gasolina con el cambio de uniforme
tuviste el secreto
y pensar que no me
importa...
tuviste el secreto, un otoño a
cincuenta grados
de los dos jefes que
tuviste, dos que te dijeron
te dijeron repetidas veces
no
atiendas
a más de una cosa
por momento y manténla en secreto.